Nuestro bienestar y nuestra salud dependen, en gran medida, de lo que comemos. Para gozar de una buena salud el cuerpo necesita ingerir una dosis diaria de macronutrientes y micronutrientes. ​En la actualidad l​os alimentos que comemos están ​cada vez más pobre​s​ en los ​micronutrientes​ y por otro lado, las diferentes enfermedades y los tratamientos de las mismas hacen que​ pueda haber un desequilibrio​ nutricional​

Estas carencias pueden manifestarse con alteraciones en el tránsito intestinal, o dolores abdominales, cansancio, caída de cabello o uñas frágiles, humor irritable, infecciones de repetición, etc. ​El objetivo de la micronutrición es detectar esa carencia de micronutrientes y buscar la manera de compensarla para garantizar nuestro bienestar.

¿En qué consiste la micronutrición?

La micronutrición es una rama de la nutrición que estudia el impacto de los micronutrientes en la salud y evalúa las carencias que pueda haber en el organismo, con el fin de recuperar el equilibrio necesario para el correcto funcionamiento de este. Para ello, actúa en tres niveles:

• Cubrir las carencias que provoca nuestro modo de vida, las enfermedades o los tratamientos de las mismas con complementos nutricionales.
• Equilibrar la flora intestinal y mejorar la salud digestiva mediante probióticos y prebióticos.
• Proteger al organismo de las agresiones y los efectos del envejecimiento con los protectores celulares.

¿Qué son los micronutrientes?

Seguro que ahora mismo te estás preguntando qué es eso de los micronutrientes. Pues bien, se trata de unas sustancias químicas que, aunque se consumen en pequeñas dosis, son indispensables para realizar las funciones orgánicas. Existen varios tipos de micronutrientes:

• Vitaminas. Las vitaminas se dividen en dos tipos grandes tipos: liposolubles (que se disuelven en grasa) e hidrosolubles (que se disuelven en agua). Entre las vitaminas liposolubles nos podemos encontrar las vitaminas A, D, E y K, presentes en alimentos como lácteos, verduras, frutas, hortalizas, yema de huevo, pescado, legumbres o aceite de oliva. Entre las vitaminas hidrosolubles distinguimos la C y las del grupo B, y se encuentran por ejemplo, en pescados, carnes, frutas (naranjas, limones), cereales, leche o patatas.
• Ácidos grasos. Pueden ser saturados (su consumo abusivo es perjudicial) o no saturados (solo tienen efectos beneficiosos). Los encontramos en la carne, el pescado, los lácteos, los huevos y el aceite de oliva.
• Minerales y oligoelementos. Son el calcio, el potasio, el hierro, el magnesio, etc. Estos elementos químicos son indispensables para nuestro organismo, ya que forman parte de los músculos, los dientes y los órganos. Existen muchas fuentes de minerales, tanto de origen vegetal como animal, por ejemplo la leche y productos lácteos, vegetales de hojas verdes, carnes, frutas o cereales. El agua es también una fuente importante de minerales.
• Aminoácidos. Existen 22 aminoácidos diferentes, aunque a 10 de ellos se les considera esenciales porque el organismo no es capaz de producirlos por sí mismo. Están presentes en l​a carne, las legumbres y los cereales, y forman parte de todo nuestro cuerpo.

Si deseamos asesorarnos en suplementos alimenticios para completar la micronutrición y mantener nuestra salud en equilibrio y bienestar, te recomenadomos que lo consultes con el médico experto en la materia.